Las extensiones de pestañas son fibras sintéticas, de seda o visón que se adhieren una a una sobre las pestañas naturales con un adhesivo especial, logrando alargar, dar volumen y resaltar la mirada de forma personalizada.
Las extensiones de pestañas suelen durar entre 4 y 6 semanas, dependiendo del ciclo natural de tus pestañas, ya que estas se caen y renuevan de forma continua. Para mantener un aspecto impecable, se recomienda realizar retoques cada 2-3 semanas, reponiendo las extensiones que hayan caído y ajustando el volumen. La duración también depende de los cuidados posteriores, como evitar el uso de productos aceitosos, frotarse los ojos o exponerlas a altas temperaturas.
No, la aplicación de extensiones de pestañas no es dolorosa. El procedimiento se realiza mientras estás recostada con los ojos cerrados, y el especialista utiliza técnicas cuidadosas para adherir las extensiones sin tocar la piel. Algunas personas incluso encuentran la experiencia relajante. Sin embargo, si sientes alguna molestia, es importante comunicarlo al profesional para asegurarte de que todo esté bien.
Después de hacerte extensiones de pestañas, evita el agua las primeras 48 horas, no uses productos aceitosos, frotes o calor excesivo, cepíllalas suavemente y realiza retoques cada 2-3 semanas o una puesta nueva a partir del mes.
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